martes, 2 de septiembre de 2014
Grados de Conciencia
Es increíble la ausencia de presencia en nuestras vidas. Comúnmente, los seres humanos solemos permanecer en cuatro grados bajos de generación de conciencia: negados, indiferentes, pasivos y apegados.
La negación tiene que ver con la resistencia, no aceptando lo que es (entendiéndolo desde la unión de lo que se suele dividir como lo externo y lo interno), pretendiendo que van a cambiar las cosas desde la negatividad, con emociones negativas, predispuestos espiritualmente desde el temor, y con falta de paz y perdón a alguno de los cuatro ejes relacionales (los otros, las circunstancias, uno mismo, Y Ds para el que cree).
La indiferencia tiene que ver cuando no podemos diferenciar lo que transcurre en nuestro presente, y cuando no somos concientes ni podemos observar lo que nos acontece y sucede psico-socio-emo-corporal-espiritualmente.
La pasividad tiene que ver con ser espectador de las cosas, sin interrogarnos, ni tomar elecciones o acciones en pos de una postura activa para poder transformar lo que acontece. Es una forma más leve de negar nuestra posibilidad de ser protagonistas de nuestras vidas.
Por último, el apego tiene que ver con aferrarse (no soltar) a ciertas cuestiones desde alguno de los cuatro ejes relacionales y vinculares. También, se lo concibe bajo el modelo mental del control, negando nuestra condición material y corporal de los seres humanos como seres finitos. Se reafirma el factor temporal, en el cual se busca prolongar la duración de tiempo en el cual la mente cree poder poseer algo o a alguien. Es un juego mental que hace creer que estamos separados uno de los otros y crea una ilusión de identidad con uno mismo a algo o a alguien. Si estas temiendo perder algo, es que estas apegado a algo. Además, en el apego creemos (confusamente pretendido como una búsqueda y de encuentro) que podemos amar algo o alguien.
La negación tiene que ver con la resistencia, no aceptando lo que es (entendiéndolo desde la unión de lo que se suele dividir como lo externo y lo interno), pretendiendo que van a cambiar las cosas desde la negatividad, con emociones negativas, predispuestos espiritualmente desde el temor, y con falta de paz y perdón a alguno de los cuatro ejes relacionales (los otros, las circunstancias, uno mismo, Y Ds para el que cree).
La indiferencia tiene que ver cuando no podemos diferenciar lo que transcurre en nuestro presente, y cuando no somos concientes ni podemos observar lo que nos acontece y sucede psico-socio-emo-corporal-espiritualmente.
La pasividad tiene que ver con ser espectador de las cosas, sin interrogarnos, ni tomar elecciones o acciones en pos de una postura activa para poder transformar lo que acontece. Es una forma más leve de negar nuestra posibilidad de ser protagonistas de nuestras vidas.
Por último, el apego tiene que ver con aferrarse (no soltar) a ciertas cuestiones desde alguno de los cuatro ejes relacionales y vinculares. También, se lo concibe bajo el modelo mental del control, negando nuestra condición material y corporal de los seres humanos como seres finitos. Se reafirma el factor temporal, en el cual se busca prolongar la duración de tiempo en el cual la mente cree poder poseer algo o a alguien. Es un juego mental que hace creer que estamos separados uno de los otros y crea una ilusión de identidad con uno mismo a algo o a alguien. Si estas temiendo perder algo, es que estas apegado a algo. Además, en el apego creemos (confusamente pretendido como una búsqueda y de encuentro) que podemos amar algo o alguien.
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